Por Charlie Núñez

No fue ayer, pero tampoco hace tanto tiempo, que un político venía por una calle y el periodista o analista de medios de comunicación venía por otra, para que no se confundieran y si era alguien de reconocida simpatía o militancia, por lo general echaba manos al concepto de objetividad.

Creo no equivocarme si afirmo, que es en el seno del Partido de la Liberación Dominicana, con Juan Bosch a la cabeza, donde surgió la mejor escuela de periodismo que haya conocido la República Dominicana.

Son muchas las figuras que usted lee, escucha o ve en los medios que se formaron en esa escuela.

En aquellos tiempos, ni el sector privado ni el gobierno hacía ricos a los periodistas, si alguien poseía fortuna, no las había obtenido de la comunicación.

Los presupuestos publicitarios eran pequeños, pocas Instituciones Estatales hacían campañas y habían unas partidas en el renglón de relaciones públicas que se entregaba a relacionados, pero hablamos de “chilatas” que denominaban “ayudas”.

Con el paso del tiempo el Estado Dominicano se constituyó en el mayor presupuesto de colocación publicitaria, con lo que se inicia una distorsión en las posiciones de medios y comunicadores que serían impactados algunos de manera positiva y otros de manera negativa.

Eso pone a todos asumir posiciones de acuerdo al trato recibido por parte de quienes manejan o deciden los presupuestos.

La masificación de los medios, con las nuevas tecnologías la democratización de estos que a su vez los masifica más, pone a los gobiernos de turno a tratar de llenar unos vacíos provocados por la segmentación de la audiencia, por lo que cada vez más crecía el presupuesto de publicidad gubernamental.

Los pobres no podían poseer emisoras de radio ni televisión, tampoco un periódico impreso, pero algunos comunicadores tuvieron la visión de crear proyectos que incluían distintos programas en distintos medios que les permitía hacer negociaciones que fueron fortaleciendo su presencia y estructura comunicacional.

Algunos de estos ya no son simples periodistas independientes, son empresarios de la comunicación que se bailotean con los empresarios tradicionales.

Ahora bien, sin importar el lugar que ocupen en la estructura comunicacional, este gobierno se ha atraído a la casi totalidad de influéncers, sin importar el precio que haya que pagar, con énfasis especial en comunicadores que les eran adversos.

No recuerdo a nadie antes de mi, que haya advertido acerca de la impresionante inversión publicitaria que ejecuta el actual gobierno.

En mi condición de publicista y hombre que ha dedicado su vida al ejercicio de la comunicación, no condeno la gran inversión, sin embargo hay varios puntos que no se pueden justificar.

Los montos desproporcionados que se pagan para favorecer amigos, gente del partido o acallar voces.

Que un gobierno esté, y utilizo el término a conciencia “gastando” un dineral en publicidad cuando ha endeudado el país a niveles nunca visto.

Que esta publicidad sea para promover la figura del presidente y a funcionarios en vez de ser invertida en campañas educativas que beneficien el país.

Que se invierta más en promover promesas que nunca se cumplen, dejando en la mente solo la sensación de que se está trabajando.

La forma como se maneja el presupuesto publicitario en el gobierno del PRM es un atentado a la democracia que debe ser corregido.

No se puede ni se debe mantener a un pueblo sordo y ciego porque quienes alimentan sus ojos y sus oídos los tienen mudos con el presupuesto nacional publicitario.

Para finalizar quiero dejar la siguiente pregunta, a los comunicadores les están violando su dignidad o son tránsfugas voluntarios?.

Por Redaccionando

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