La ciudad de Nueva York se ha convertido en un destino para más de 150,000 migrantes desde abril del año pasado, según confirmó una portavoz del alcalde, Eric Adams, en declaraciones a EFE.
La afluencia de migrantes, en su mayoría procedentes de Venezuela, aunque en los últimos meses se ha registrado un aumento en la llegada de jóvenes africanos, ha sido constante, con un promedio de 2,000 a 3,000 personas arribando semanalmente a la Gran Manzana.
Actualmente, la ciudad de Nueva York se encarga de brindar refugio, alimentación y otros servicios a 67,600 de estos migrantes. Esta situación ha generado una crisis fiscal significativa, lo que llevará al alcalde a destinar $12,000 millones de dólares del presupuesto para el año 2025. Como respuesta a esta situación, se han ordenado recortes de gastos.
Según los datos proporcionados por la Alcaldía, la ciudad está proporcionando asistencia a un total de más de 122,500 personas, incluyendo tanto a los recién llegados como a los neoyorquinos sin hogar. Esto se debe a una orden de un tribunal que data de hace 42 años, que obliga a Nueva York a proporcionar refugio a cualquier persona que lo solicite.
Para hacer frente a esta creciente demanda, la ciudad ha tenido que alquilar hoteles como refugios, establecer carpas y utilizar otros lugares disponibles. En total, las autoridades cuentan con 214 sitios destinados a albergar a los migrantes, incluyendo 18 centros de ayuda humanitaria. Esta situación representa un desafío significativo para Nueva York en términos de recursos financieros y logísticos.