El Gobierno del ultraliberal argentino lanzó recientemente un paquete con más de 300 reformas para desregular la economía y el sector público mediante un decreto de necesidad urgente (DNU) rechazado por organizaciones sociales y sindicales, que se han movilizado en los últimos días.
Las reformas del Gobierno para buscar la estabilidad económica incluyen desde ceses de contratos laborales con el Estado, hasta privatizaciones de empresas estatales, pasando por la reforma de las leyes del trabajo.
El ascenso del ultraderechista al poder significó una fractura ideológica en las relaciones entre Caracas y Buenos Aires, que vivieron tensiones durante la Presidencia de Mauricio Macri, las cuales volvieron a normalizarse durante el mandato de Alberto Fernández.