Por EFE

Miami. – El gobernador de Florida, Ron DeSantis, firmó este miércoles el proyecto de ley SB 1718, norma que incluye medidas que dificultan el establecimiento de inmigrantes en situación irregular, como no reconocer licencias de conducción de otros estados, durante un acto en el que criticó el control fronterizo por parte del gobierno federal.

En una conferencia de prensa celebrada en la ciudad de Jacksonville, en el norte del estado, y bajo el lema «Protegiendo a Florida de la crisis fronteriza de Biden», DeSantis dijo que la ley que firmó hoy es en respuesta a lo que describió como «problema masivo en la frontera con México».

El proyecto de ley de 43 páginas incluye disposiciones para invalidar las licencias de conducir y las tarjetas de identificación emitidas por otros estados a «inmigrantes no autorizados», entre muchas otras disposiciones que tratan de dificultar el asentamiento de personas sin autorización legal en ese territorio.

DeSantis arremetió contra la que definió como «dejadez» por parte de la Administración del presidente de EEUU, Joe Biden, en materia migratoria, una «responsabilidad fallida desde el primer día de su gobierno», dijo.

El 2024

El gobernador, que en cualquier momento podría anunciar que participará en las primarias republicanas de las que saldrá el candidato presidencial en las elecciones de 2024, resaltó que Florida, desde el primer momento, ha tratado de «combatir los efectos de la política» de Biden.

Para contrarrestar esas políticas firmó el proyecto de ley SB 1718, una norma que establece además la obligación de que los hospitales recopilen información sobre el estatus migratorio de los pacientes y la presenten a las autoridades del estado.

El gobernador señaló que ya es ilegal que los empleadores contraten a personas indocumentadas y que los nuevos requisitos contenidos en el proyecto de ley, particularmente el sistema E-Verify, ayudarán a fortalecer la aplicación de estas leyes.

E-Verify es un sistema basado en internet que permite a las empresas inscritas confirmar si sus potenciales empleados pueden trabajar legalmente en Estados Unidos.

La norma establece también que transportar personas a Florida sin permiso migratorio es un delito punible con hasta 15 años de prisión, además de prohibir financiar programas de ciudades y condados para proporcionar tarjetas de identificación a inmigrantes sin estatus migratorio regulado.

Elimina las exenciones de las matrícula educativas para estudiantes indocumentados, deroga la ley que permite ejercer la abogacía a los abogados que aún están regulando su estatus migratorio (entre los que se incluye a los beneficiados con el programa federal DACA) y dota con 12 millones de dólares el traslado de inmigrantes a otros estados del país.

«LA LEY ANTIINMIGRANTE MÁS EXTREMA» DE EE.UU.

Esta ley y sus disposiciones fueron hoy fuertemente criticadas por múltiples organizaciones comunitarias que las calificaron de «discriminatorias y potencialmente inconstitucionales», cuyo «único propósito es infundir miedo en las comunidades de inmigrantes» de Florida.

«Florida está penalizando a los inmigrantes por tener la mala suerte de nacer en países que están en crisis y tener el coraje de buscar la paz y la prosperidad aquí», dijo en un comunicado Tessa Petit, directora ejecutiva de la Coalición de Inmigrantes de Florida.

«¿Realmente ha pensado el gobernador en lo que todo esto realmente le hará a las familias que solo intentan salir adelante?», se preguntó Petit sobre una ley que una veintena de organizaciones tacharon de ser la normativa «antiinmigrante más extrema del país».

Mariana Blanco, ejecutiva del Centro Maya-Guatemalteco, dijo, por su parte, que la mayor preocupación es «el temor que se le va a infundir a la población indocumentada a la hora de buscar y recibir servicios». El gobernador «no debería jugar con la gente por su propia agenda política. Son personas. Esta es su mano de obra» y debería protegerla, agregó.

Inmigrantes

«Como alguien que llegó a EE.UU. como asilado político de Venezuela y luego se fue a Princeton y Oxford sé cuánto tienen para dar los inmigrantes a Florida y a la nación, si se nos da la oportunidad», subrayó Samuel Vilchez, director en Florida de la American Business Inmigration Coalition.

DeSantis insistió en que el final del Título 42, que permite la expulsión inmediata de migrantes, producirá un «tremendo desastre» en la frontera sur.

«El propio gobierno de Joe Biden ha señalado que se espera la llegada de cerca de 30.000 personas diarias», apuntó el gobernador.

El director ejecutivo del Centro Comunitario Hope en Apopka (Florida), Felipe Souza-Lazaballet, dijo tras la firma de la norma que la agenda «antiinmigrante, antihumana y antilatina liderada por el gobernador Ron DeSantis supone una victoria sobre la vida de miles de floridanos que ahora tendrán que sufrir, e incluso pagar con sus vidas, por el bien de su carrera política».

Por Redaccionando

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