Anualmente, el Presidente de la República rinde cuentas ante el Congreso Nacional, donde se habla de la administración presupuestaria, financiera y de gestión ocurrida en el año anterior, según lo establece el artículo 128, numeral 2, literal f) de la Constitución. Al llegar al 3er año, donde empieza formalmente el ruido de una repostulación del presidente Abinader, el cual dijo a la prensa dará cifras estadísticas irrefutables durante su discurso, al concluir su rendición de cuentas, es menester darle al presidente unas cifras que pasaron por alto en su locución este 27 de febrero.

Sobre las ejecuciones de obras, aplaudo las ejecuciones y extensión de obras, es importante que un gobierno presente obras tangibles, pero preocupa que un presidente haga declaraciones como las de la extensión del Metro costando 25% menos de lo que se hizo hace 15 años, para después ver que el presupuesto de dicha extensión obtuvo un incremento de 126.6%. Al igual como es posible que un presidente sea movilizado para las inauguraciones de parques, entradas y destacamentos policiales como si fuese un alcalde o miembro de la Liga Municipal Dominicana, es una preocupación que demuestra la falta de obras tangibles dentro del mismo gobierno.

El presidente y los ministros al inicio del periodo Constitucional alegaban a la pandemia como pretexto a la hora de ejecución de políticas públicas y de obras, pero al pasar el tiempo, ahora comparan las cifras sin importar pandemia, para comparar a su favor un año atípico como lo fue el año 2020 por la pandemia, con un año como 2022 que es considerado un año normal, o un año de recuperación, si se hiciera una comparación justa, sería bueno comparar un año normal como el 2019, en datos de la Dirección General de Crédito Público, presenta  establece que es un 40.4% del PIB, ¿Por qué comparar con un año atípico y no con uno normal?¿Por qué usar la pandemia como excusa para unas cosas y para otras no?

No se puede olvidar tampoco el tema de los combustibles, donde se depositó una ley de hidrocarburos que ha caído en el olvido, como también la razón de congelar los combustibles, en marzo de 2022 el presidente anunció que los precios se mantendrían congelados mientras la cotización del barril del West Texas Index(WTI) oscilara entre los 85 y 115 dólares. Resulta que en septiembre el precio se situó en 83.49 el barril, por debajo del valor mínimo establecido por el presidente y desde entonces ha estado el precio del barril en WTI es menor de los 85 dólares. Por lo que nos viene la pregunta ¿Por qué no baja los combustibles? ¿Por qué en oposición atacaban tanto el precio de los mismos? ¿Por qué hablaban de fórmulas y hoy en día se encuentra a casi 300 pesos el galón?

Como no hablar que el presidente en enero de 2023, dijo “yo no sé por qué, pero a nosotros nos rinde el dinero”, resulta curioso que el presidente dijera eso y en el mes de febrero, el Congreso durante la legislatura extraordinaria se depositaron siete contratos de préstamos, también, durante el periodo legislativo 2021-2022 se han aprobaron un monto ascendente a 1,103 millones de dólares. Resulta que el “dinero nos rinde”, no aplica para un 9-1-1, que se encuentra en deterioro, donde se presentan ambulancias fuera de servicio y el personal se encuentra en un estado deplorable para trabajar. ¿Dónde está ese dinero rindiendo presidente? 

Ya vamos por el tercer año del periodo Constitucional del presidente Abinader, a esta altura la población asume que el gobierno sabe sus funciones, las exigencias y críticas son más recias y los errores menos aceptables. En estos años, la actual gestión ha destacado por su gran manejo en relaciones públicas, pero no en políticas públicas. Al pasar la luna de miel, la rendición de cuentas se observa con mayor cuidado, menos aplausos y se reclama que se rindan cuentas con mayor transparencia, no que vengan con cuentos sobre cuentas.

Por Redaccionando

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